sábado, 20 de septiembre de 2008

AVIVAMIENTO


El despertar de la Iglesia, es una tarea que debe ser asumida con la convicción y seriedad que esta tarea merece.
Ese deseo por los necesitados, hambrientos y sedientos, nos capacitara para rescatar vidas de las puertas del infierno.
La generación de 40 años ha quedado, es tiempo que la generación de la promesa pise la tierra donde fluye la leche y la miel.
Es nuestra tarea pendiente, y no podemos dejarla de lado, ya que seremos juzgados si somos negligentes ante el llamado de Dios al despertar.